después de rozar tu cara,
yo que tanto la deseo
y nunca puedo tocarla.
Viento, dame de tu calma,
viento, préstame tus alas,
y así acariciarla,
viento, di cómo alcanzar
esa linda porcelana.
tu divina cara blanca
para poderte llevar
al lugar donde me plazca,
presumiendo ser el viento
con su fuerza y con su calma,
y podrá ser tu dueño
si tú, nube, me dejaras.
1 comentario:
hombreeeeeee joven padawan!!!! que tal??? como se te va la pinza viendo tu blog jajaja, me gusta!! nos vemos por mi tierra
Publicar un comentario