viernes, 6 de marzo de 2009


Oye como gime el viento
después de rozar tu cara,
yo que tanto la deseo
y nunca puedo tocarla.
Viento, dame de tu fuerza,
Viento, dame de tu calma,
viento, préstame tus alas,
y así acariciarla,
viento, di cómo alcanzar
esa linda porcelana.
Ojalá fuera una nube
tu divina cara blanca
para poderte llevar
al lugar donde me plazca,
presumiendo ser el viento
con su fuerza y con su calma,
y podrá ser tu dueño
si tú, nube, me dejaras.




1 comentario:

Wans dijo...

hombreeeeeee joven padawan!!!! que tal??? como se te va la pinza viendo tu blog jajaja, me gusta!! nos vemos por mi tierra