domingo, 26 de abril de 2009

Antonio Machado


No hace mucho quise hacer una entrevista a un poeta español llamado Antonio Machado, pero, hubo un inconveniente, que el pobre había fallecido hace 70 años.

NO me rendí en la busca de esa entrevista, porque, cuando me lo propongo, pues no hay nadie que me saque la idea de la cabeza. Me documente sobre el, y descubrí que su tumba yacía en Collioure (Francia), allí parecía que la gente le respetaba, aunque me entere que se caso con Leonor Izquierdo, una niña de solo 15 años teniendo el 34 añazos, quizás fuese un amor platónico sin ningún afán pederasta.

En su tumba ponía que nació en Sevilla, 26 de julio del 1875. Estando allí me sentía acompañado aunque al parecer no había ni Dios en ese desolado cementerio francés, su tumba estaba llena de placas conmemorando su muerte, todas con una gran brillo al ser tocadas por la luz del sol de mediodía, en ese momento sentí que alguien estaba hablando, la voz decía: "Crecí en un patio de Sevilla, donde madura el limonero... Yo era el segundo de cinco hermanos, mi padre "Demófilo", mi madre Ana y mi abuelo era un buen medico y profesor. Recuerdo mis primeros estudios en Madrid, gracias a mi abuelo que era profesor.

Sentí mucha pena cuando mi padre murió de tuberculosis, eso acareo bastante en mis estudios, pero eso marco para siempre mi formación intelectual. Mas tarde viaje hacia Francia donde vivía uno de mis hermanos, con el aprendí mucho y juntos emprendimos una camino de poesías, a todo eso conoci a grandes poetas y personas. Volví a España para ser actor y a la par me saque el titulo de bachiller.

Volví a Francia y conocí una gran amistad, Rubén Darío, con el publique Soledades. En 1907 me dice profesor del instituto de Soria, allí, conocí a mi gran amada Leonor, me case con ella, aunque ella era un poco joven para mí, 15 y yo para entonces 34.
Desgraciadamente muere por tuberculosis en 1912...

El resto de mi vida esta aquí ( de repente de la nada aparece como una especie de diario de ultratumba)

En 1912 publica Campos de Castilla, obra en la que el autor se separa de los rasgos modernistas que presentaba su obra Soledades y del intimisimo hacia el que había evolucionado en Soledades, galerías y otros poemas, acercándose a las inquietudes patrióticas de los autores de la Generación del 98; en efecto, ha mantenido una amplia correspondencia epistolar con Miguel de Unamuno y algunas de sus ideas se reflejan en este libro. En Baeza, en 1917, conoce a Federico García Lorca, con el que entabló gran amistad.

En 1919 se traslada a Segovia, donde encontrará un ambiente cultural más acorde con sus gustos y comenzará a participar en las actividades de la reciente Universidad Popular, que tiene como objetivo la extensión de la cultura a los sectores sociales tradicionalmente más apartados de ella. Así, fue profesor de francés en el Instituto de Segovia. Continuará hasta 1932.

En 1932 se le concede un puesto de profesor en el Instituto Calderón de la Barca, de Madrid.

Escribe textos en prosa que luego serán recogidos en los dos apócrifos Juan de Mairena y Abel Martín. Por entonces corteja a una dama casada, Pilar Valderrama, que en los versos de Nuevas canciones (1924), su último libro de poesía, progresivamente ampliado, como los otros, aparece bajo el nombre de Guiomar. Siente un gran interés por la Filosofía y se licencia a trancas y barrancas en esta materia en la Universidad Central.

Con el estallido de la Guerra Civil Española marcha a Valencia. Vivió en la localidad de Rocafort desde noviembre de 1936 hasta marzo de 1938. En 1937 publica La guerra. Entre 1937 y 1939, Machado publica un total de 26 artículos en La Vanguardia (que en aquella época era el órgano de expresión del gobierno de la República y recogía firmas de los más destacados intelectuales y escritores que apoyaron la causa republicana).

En febrero de 1939, tras la ocupación de Barcelona, sale de España y se exilia en Collioure (Francia), donde muere poco después. A los tres días, fallece su madre. En el bolsillo de su abrigo se encuentra un último verso: "Estos días azules y este sol de la infancia".

Aquí os dejo dos poemas de Antonio Machado:

CAMINANTE

Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

En este poema nos expresa, que en realidad no hay un destino, no hay nada escrito, sino que cada uno se hace su propio camino, simplemente caminando, viviendo experiencias y decidiendo en tu vida. El camino ya caminado representa el pasado, el pasado es una senda que nunca se podrá volver a pisar, es decir, nunca volveremos al pasado, lo hecho, hecho esta y si aprendemos de los errores del pasado ya no volveremos a encontrarnos ese problema en nuestro futuro camino.

RECUERDO INFANTIL

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.

Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón.

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

En este poema se expresa el poeta, como un recuerdo lejano de su infancia en un humilde colegio, donde aprendía, y mientras llovía se sentía bien y refugiado junto a todos sus compañeros de clase y su viejo profesor de matemáticas, cantando números y letras, para nunca olvidar esa vida pasada y feliz de su gran infancia.


Colliure

Viajamos a una ciudad Francesa llamada Colliure, donde yace nuestro poeta y amigo Antonio Machado, pasamos todo el día por allí y visitamos su tumba, llena de flores y obsequios por parte de todos los que visitan su incondicional tumba, estando con Machado le leímos bastantes de sus mejores poemas y le regalamos un poquito de nuestro amor, con una bonita placa que relucía el nombre de nuestro instituto, I.E.S Baix Montseny. También había un buzón, para dejar nuestros escritos a Machado y este donde este se los este leyendo con mucha felicidad…